Que tu objetivo no lo marquen tus limitaciones

A menudo, a la hora de marcarnos objetivos o bien “decidir” ser algo o dedicarnos a una determinada tarea, inconscientemente lo hacemos en base a nuestras creencias limitantes.

Lo que haces no define quién eres.

Quien no ha escuchado: “me gustaría ser esto o aquello, pero para ello debo aprender un idioma determinado, o creo que no tango dicha capacidad…” Considero firmemente que debemos disociar el objetivo del camino, aprendiendo y disfrutando del útimo, se logre o no el fin. Quizás se deba a la inmediatez que siempre buscamos en este mundo actual: “quiero logar esto, o me gustaría ser aquello otro”, pero a la vez pensamos: “lo quiero mañana”, y el tiempo que pueda acarrear su consecución, aprendiendo nuevas habilidades o venciendo dichas limitaciones, no estoy dispuesto a emplearlo.

La cuestión no es ¿Qué quiero ser o hacer?, la pregunta real es ¿Qué estoy dispuesto a hacer para lograrlo?, esta es la clave que indiscriminadamente te proporcionará el éxito en tu meta.

No hace mucho leí que el trabajo más anhelado por las nuevas generaciones de la población en muchos países, entre ellos en el que vivimos, era el de influencer, imagino que va en la línea de tener elevados ingresos, además de pensar que quien supuestamente se consiguen en un plazo escaso de tiempo, por personas en ocasiones, sin aparente preparación, (conozco de primera mano que por lo general, la mayoría de ellos se capacitan para ello, pero eso no es lo que muestran, pues lo que “venden” es naturalidad e improvisación)

Volviendo al principio, deberíamos seguir buscando y exigiéndonos objetivos de vida mucho más ambiciosos, porque, aunque se nos influya deliberadamente a creer que no podemos, estoy convencido que puedes conseguir mucho más, empezando en primer lugar por creer en ti mismo.